sábado, 24 de abril de 2010

Juguetes del Ayer


Amigas y Amigos, nos encontramos nuevamente con una historia muy pero muy nostálgica, los juguetes de lata o chapa. Si, aquellos que nuestros abuelos y padres jugaron.......y que quizás algunos de ustedes alcanzaron a disfrutar y soñar.
Montañas de juguetes hoy en día evocan guerras espaciales, luchadores mitológicos, monstruos de otros mundos, todos ellos tratan de introducir a los niños en un mundo más tecnológico y frío, donde la violencia al parecer gana más espacio. Sin embargo, los ojos de los pequeños y de los adultos no dejan de asombrarse ante la perfección de líneas de un tren o un automóvil de lata. Una auténtica invitación a la nostalgia de esos objetos que no se rompían nunca y que hoy en día son buscados como piezas de colección.



El juguete de lata fue el compañero de los niños durante mucho tiempo, dominó el mercado desde finales del siglo XIX hasta la segunda mitad del XX, (1939-1950), dando posteriormente el dominio al plástico como material preferido en la industria juguetera, tanto por razones de costo como por motivos de higiene y seguridad para los niños.
El juguete de lata siempre nos recuerda tiempos pasados donde nuestros padres o abuelos jugaban con unos objetos aparentemente duros al tacto pero al mismo tiempo delicados, alegres y divertidos. Sus colores llamativos, intensos y brillantes tomaban vida con sus movimientos atrevidos . Estaban fabricados de lata, muchas veces recicladas y pintadas muy colorida mente incluso terminados a mano.


El periodo de mayor producción de juguetes de lata o chapa son los años 20 y 30. La creatividad de los fabricantes descansaba no sólo en perfectas miniaturas de objetos reales, sino también en la invención de nuevos juguetes de gran fantasía con mecanismos sorprendentes y novedosos. Los medios de transporte de tracción mecánica se iniciaron a mediados del siglo, y a partir de ese momento se suceden de manera vertiginosa la aparición de nuevos "ingenios": barcos de vapor, automóviles, aeroplanos, etc. Como es sabido, los juguetes siempre han reflejado el mundo de los adultos a escala pequeña y no podían sustraerse a la fascinación de estas nuevas máquinas que iban a revolucionar el mundo tal y cómo era. Los modernos ingenios del transporte fueron, son y serán una fuente de inspiración para la creación de estos objetos del mundo en miniatura.
Sin ir más lejos, los coches de juguetes rápidamente se convirtieron en uno de los juguetes favoritos, y sus ventas eran directamente proporcionales al desarrollo de la industria del automóvil y al progresivo aumento de los coches en las carreteras. Aunque el primer fabricante de coches de juguete fue la firma francesa Pinard, fueron los alemanes los que se consiguieron dominar la producción, gracias a un potencial industrial juguetero más elevado. Algunas marcas alemanas famosas son: Schuco, Arnold, Bing y la más importante Märklin entre muchas otras.




Los medios de transporte de juguete son pequeñas "obras de arte". Su colorido, los detalles cuidadosamente indicados, un cierto aire ingenuo que evoca otros tiempos y su originalidad los convierten auténticas joyas que divierten por igual a niños y adultos.
Hacia el año 1950, después de la segunda guerra mundial, surgió una nueva potencia en la fabricación de los juguetes: Japón. No fue impedimento la guerra , ni el desastre económico, social y cultural para desarrollar su industria. En todo ámbito, el Japón sobresalió y los juguetes no fueron una excepción. Juguetes más baratos, con mayor tecnología y con diseños muy imaginativos provocaron el casi instantáneo encanto de los niños de todo el mundo.
Sin embargo, al correr de algunos años ellos también sucumbirían por el desarrollo de un nuevo y anti-ecológico producto, el plástico.
El mundo avanza muy rápido y fácilmente olvidamos las cosas lindas de la vida….como por ejemplo los juguetes , aquellos amigos, compañeros de tantas aventuras y sueños infantiles. Sueños que quizás se hicieron realidad en algunos y en otros no, pero que gracias a este tú espacio del recuerdo de "La Máquina del Tiempo", puedes volver a revivirlos.


Tomás Orellana Cornejo
Good luck!!!

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